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Sunday, July 31, 2011

Los Cinco Panes y Los Dos Peces

[The following was my talk in Spanish to Jesus the Lord in Keyport, NJ]

Buenas días.  Me llamo Mateo Aujero, y me gustaría a decir gracias a Padre Ken, el dioses de Trenton y ustedes por la  oportunidad a hablarles.  Soy de la oficina de La Red de Voluntarios Católicos o en ingles The Catholic Volunteer Network en Washington, D.C.  Disculpen por mi español, yo aprendí durante mi tiempo de servicio en Costa Rica, pero no tanto.  Va a ser un milagro si ustedes entiendan todos de mis palabras en este tiempo.  Vamos a ver, ¿verdad?
Bueno, quiero explicar más de Catholic Volunteer Network, y creo que podemos empezar con el evangelio hoy.  Padre Ken leyó la famosa historia de Jesús y la multiplicación de los panes y los peces para cinco mil personas.  Alguien recuerda con cuántos panes y peces empezó Jesús? (Pausa) Él empezó con cinco panes y dos peces.  Para cinco mil.  De los padres que cocinen para una familia de cinco, esto es suficiente, ¿verdad?  Traten de cinco mil.
En ninguna parte de la lectura escuchemos a Jesús diciendo: “Eh, chicos, no tengo suficiente.”  Tal vez está en una otra Biblia, pero no en nuestra versión que leemos hoy.  Pero piensen en esta frase, “No tengo suficiente” y con qué frecuencia nos decimos esta frase en nuestras vidas.
“No tengo suficiente tiempo para esto.”
“No tengo suficiente dinero para esto.”
“En verdad, no tengo la suficiente paciencia para esto.”
Pero Jesús nunca dijo eso, ¿verdad?  Él toma lo que Dios le ha dado: cinco panes y dos peces y lo multiplicó. 
A mi me gustaría compartir mi historia de cinco panes y dos peces.  Acabo de regresar de hacer un año de servicio en Costa Rica a través de unos de los programas de Catholic Volunteer Network.  Yo era un coordinador de proyectos de servicio en un colegio y todos los jueves yo llevé algunos estudiantes a un hogar de ancianos.    Recuerdo mi primera visita en setiembre del año pasado y me encontré con una mujer ciega que tenía 75 años se llama Flori.  Ella se sentó en su silla de ruedas en la parte posterior de todos los demás, y para mi, se parecía una persona no tan feliz.  Pero yo era optimista, y me hizo mi meta aquel día a conseguir una sonrisa de ella.  En verdad, era más difícil que yo estaba pensando.
Traté de contar historias, bromeando con ella.  Y le dije, “Flori, yo sé que usted no puede verme, pero usted está mirando a el filipino más guapo del mundo.”  No respondió.  Probablemente ella sabía era una mentira. 
Me preguntó si yo tenía una novia, y yo pensé, “OK, esta es mi oportunidad.”  Yo le dije, “No, no tengo novia.  Solo tú, Flori, eres mi novia.”  Ella miró directamente a mí, cara seria, y dijo, “Mateo (era mi nombre en español, Mateo), Mateo, tengo un esposo.”   OK, bromas que funcionan, ninguna.
Yo había traído mi guitarra, y en el fin de mi visita, yo decidí tocarla.  He traducido algunas canciones de inglés a español  y empecé a cantar y tocar, ensenando al mismo tiempo.  Fue divertido, algunos estaban aplaudiendo, otros cantando conmigo, y algunos…durmiendo.  En medio de una de mis canciones, yo vi a Flori atrás los demás, en su silla de ruedas.  Y estaba sonriendo.  Mi guitarra, (no mi voz), pero mi guitarra, mis cinco panes y dos peces que Dios me dio, fue suficiente para poner una sonrisa en la cara de Flori.
            Fue en ese momento cuando me di cuenta de que el servicio no se trata de cambiar el mundo.  Se trata de cambiar el día de una persona cada vez.  Para mí, se trata de poner una sonrisa en las caras de personas como Flori.
            Y esa es la misión de la Red de Voluntarios Católicos, o en ingles, the Catholic Volunteer Network.  Es sobre de los 14 mil voluntarios en nuestras programas que toman los cinco panes y dos peces que Dios les ha dado, para cambiar el día y la vida de personas como mi amiga Flori.  Escuelas, clínicas, construcción, programas para jóvenes, la lista es interminable de todo tipo de servicios imaginables en nuestras programas en todo 50 estados y más de 100 países en todo el mundo.
            ¿Quiénes son los voluntarios?  Es laicos, hombres y mujeres como ustedes---jóvenes, solteros, casados, mayores, jubilados.  Nuestros voluntarios son personas que están respondiendo al llamado a servir, dando un paso de fe, para ayudar aquellos que lo necesitan.  Algunos de nosotros toman dos semanas de su vacación, otros un verano, y otros como yo, tomar un año o dos para vivir con la gente que estamos sirviendo.
               ¿Por qué servir?
            Conozco mucha gente que les gustan usar su tiempo de vacaciones no sólo de ver el mundo, pero también ayudar aquellos que ven.  Mis padres, por ejemplo, son enfermeros se están jubilando y tienen más tiempo.  El otro día mi padre me llamó por teléfono. “Matt, sus programas, ¿necesitan enfermeros?  Tal vez pueda encontrar algo con su trabajo con CVS.” “Papa, no es CVS, es CVN, the Catholic Volunteer Network, y sí, necesitamos enfermeros.  Te voy a encontrar algo.”
           Por último, para los estudiantes que se van a graduar de sus universidades, este es el momento perfecto para tomar un año o dos y vivir en otra ciudad o país para servir.  Pueden aplazar sus préstamos, obtener un “stipend” (pago de la organización o sponsor), alojamiento con pensión completa, seguro, todo, y la oportunidad de ver un mundo diferente y encontrar a la persona que son fuera de la universidad. 
Todos los detalles de nuestros programas se organizan acá en este libro La Respuesta, o en inglés, Response.  Estos libros son gratis para que lleve a sus casas y compartirlos con sus hijos, nietos, abuelitos, vecinos, compañeros de trabajo, sus carteros y sus perros y gatos.  Con quién sea.  Tenemos un número de teléfono libre si desean ayuda.  Y también se pueden llegar a nuestro sito de Web www.catholicvolunteernetwork.org .  Voy a estar aquí atrás después de la misa, si quieres verme y hablar más sobre el servicio.   Busquen al el filipino más guapo del mundo. 
            Antes de terminar, me gustaría volver a la metáfora del Evangelio de hoy, y quiero preguntarle a ustedes: ¿cuáles son sus cinco panes y dos peces que Dios les ha dado?
            Quizás sus cinco panes y dos peces son cinco días, usted y su esposo o esposa, en un viaje misionero de verano en Guatemala.  O cinco meses para su hijo o hija que se graduó de la universidad para pasar en la ciudad de Nueva York en un programa de niños. 
            Quizás sus cinco panes y dos peces sean cinco dólares y dos ceros más en nuestra segunda colección hoy.  Hablar de un milagro de multiplicación, ¿verdad?  Pero en realidad, por 40 años, the Catholic Volunteer Network, o la Red de Voluntarios Catolicos, se ha mantenido fiel a su misión gracias a la generosidad de la gente buena en nuestras iglesias, en las iglesias como Jesus The Lord.  Sus contribuciones de hoy nos ayudará a continuar con el reclutamiento de voluntarios y atender las necesidades de todos nuestros programas.   Y también su dinero va a ayudarme pagar por mi gas para volver a Washington, D.C.  Broma. 
            Por último, y lo más importante, tal vez sus cinco panes y dos peces son cinco minutos de la oración para nosotros.  Les pedimos que puedan orar por nuestra misión, nuestros voluntarios, y las personas que servimos.  Y las sonrisas que creamos para las mujeres ciegas que tienen 75 años.
            Cinco panes y dos peces.  ¿Es suficiente?  Y mi español?  Un milagro.  Ahora, con nuestro pan y pez, vamos a multiplicarlo. 
            ¿Amén?
            Amén.



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